Cómo disfrutar de las vacaciones de Navidad sin perder el ritmo de estudio

Cómo disfrutar de las vacaciones de Navidad sin perder el ritmo de estudio

En las residencias de estudiantes Amro de Alicante, Sevilla, Valencia, Getafe, Pamplona, Salamanca y Porto cuando se acercan las vacaciones de Navidad nos entra esa mezcla rara entre emoción máxima y pánico académico moderado. Por un lado, quieres descanso, sofá, comida casera y cero alarmas. Por otro, sabes que enero suele venir con exámenes, trabajos y ese clásico “¿por qué no estudié más antes?”. Tranquilidad. No hace falta elegir entre ponerse al día y disfrutar del merecido descanso. Con un poco de organización y algún truco que funciona mejor de lo que uno espera, se puede sacar partido de las fiestas sin perder ritmo. Y oye, que igual hasta descubres que estudiar un poco en vacaciones duele menos de lo que imaginabas.

Tu cabeza quiere vacaciones, pero también un poco de orden

Primero, la verdad incómoda, pero necesaria: si paras del todo, volver cuesta el triple. Esto no significa convertirse en una especie de robot académico durante Navidad ni pasarse el día subrayando, sino mantener una rutina ligera. Algo que tu yo del futuro agradecerá más que cualquier regalo envuelto.

Un truco que suele ir bastante bien es el de los microobjetivos. No estudies cinco horas. Estudia cuarenta minutos, descansa diez y repite una o dos veces. Con eso ya has hecho más que la mayoría y aún te quedará día de sobra para planes, mantas y sobremesas eternas. La clave es que el estudio no te persiga, sino que se quede en su espacio y no te robe mentalmente el resto del tiempo.

Otra cosa que ayuda es no mezclar ambientes. Si estás en casa, el sofá es sofá y la cama es cama. Para estudiar, lo ideal es una mesa con algo de silencio, aunque sea durante un rato. Si no existe ese nivel de paz navideña, puedes optar por bibliotecas abiertas, cafeterías tranquilas o incluso una escapadita puntual a un coworking. Hay opciones para todos los ritmos, así que nadie se agobia.

También conviene entender que no es necesario atacar todas las asignaturas a la vez. Haz un repaso suave de lo que más flojea y deja por escrito lo que harás después de fiestas. Tener un plan es el 50 por ciento del trabajo. Aunque sea un plan básico, te mantiene en la rueda y evita que enero te caiga encima como un cubo de agua fría.

Por cierto, muy importante: si tu familia o tus amigos son de esos que creen que estudiar en vacaciones es facultativo o “ya habrá tiempo”, deja claras tus horas de estudio desde el principio. No hace falta montar un drama, basta con avisar: “de doce a una no existo”. A veces funciona mejor de lo esperado.

Cómo disfrutar de las vacaciones de Navidad sin perder el ritmo de estudio

Aprovecha el ambiente navideño sin perder la cabeza ni los apuntes

Las vacaciones están para disfrutarlas. Y también para despejarse lo suficiente como para volver al segundo cuatrimestre con energía. Lo que no está tan bien es desordenar tanto el horario que tu cerebro no sepa si son las tres de la mañana o las cinco de la tarde. Mantén un mínimo de estructura, aunque sea con horarios más relajados. La idea es que enero no te dé una bofetada de realidad.

Dormir bien ayuda más que cualquier técnica de estudio avanzada. Las fiestas suelen traer cenas largas, películas que empiezan tarde y planes improvisados. Está genial, pero procura no dormir como si no hubiera mañana. El descanso ordena ideas y mejora la memoria, así que si duermes fatal, estudiar cuesta el doble. Y aquí hemos venido a disfrutar, no a sufrir como si fuera deporte olímpico.

Otra forma de compaginar ocio y estudio es convertir algunas tardes en momentos productivos compartidos. Si tienes amigos que también estudian, quedad para repasar juntos durante un rato y después id a tomar algo. A veces, hacerlo en compañía hace que el rato sea menos pesado y, siendo sinceros, más divertido.

Además, puedes aprovechar los trayectos y tiempos muertos. No hace falta sacar el libro, basta con escuchar algún audio de clase o leer resúmenes rápidos desde el móvil. Esto, hecho de manera ligera, te mantiene conectado sin agobios.

Y ya que estamos hablando de Navidad, no subestimes el poder de los espacios tranquilos que aparecen como por arte de magia cuando todo el mundo está ocupado cocinando, envolviendo regalos o viendo películas. Esos momentos suelen ser oro puro para un repaso breve que marca la diferencia.

Si hay algo claro, es que combinar descanso y estudio no solo es posible, también es sano. Las fiestas están para desconectar, pero enero agradece que mantengas un poco de rodaje. Y mientras te organizas y encuentras tu equilibrio, recuerda que las residencias de estudiantes Amro de Alicante, Sevilla, Valencia, Getafe, Pamplona, Salamanca y Porto están pensadas para acompañarte durante todo el curso con espacios cómodos, ambientes tranquilos y servicios que facilitan que estudiar y disfrutar no sean mundos opuestos. Si después de Navidad quieres volver a un lugar donde todo encaje sin complicaciones, aquí tienes casa.

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