El poder del “spacing effect”: Cómo programar tus sesiones de estudio para recordar a largo plazo (y no solo para el examen)

El poder del "spacing effect": Cómo programar tus sesiones de estudio para recordar a largo plazo (y no solo para el examen)

En las residencias de estudiantes Amro de Sevilla, Valencia, Pamplona, Salamanca y Oporto, sabemos que estudiar puede ser un reto, pero con las estrategias adecuadas, puedes mejorar tu memoria sin sufrir más de la cuenta.

¿Alguna vez te has pasado la noche antes del examen empollando como si tu vida dependiera de ello? Spoiler: no es la mejor estrategia. Puede que consigas aprobar (con mucha cafeína de por medio), pero en cuanto salgas del aula, toda esa información se esfumará más rápido que tus ganas de madrugar un lunes. Aquí es donde entra en juego el “spacing effect”, una técnica de estudio que hará que recuerdes la materia no solo para el examen, sino para siempre (o al menos, durante mucho más tiempo).

¿Qué es el “spacing effect” y por qué funciona mejor que el atracón de estudio?

Imagina que intentas comer cinco pizzas en una sola cena. Probablemente termines odiando la pizza por un buen tiempo. Ahora, si comes una pizza hoy, otra en unos días y otra la semana que viene, seguirás disfrutándola y tu cuerpo la procesará mejor. Con el estudio pasa lo mismo: intentar meter toneladas de información en tu cerebro en una sola sesión es como un atracón de pizza. No lo digiere bien, y al final, terminas olvidándolo todo.

El “spacing effect” (o “efecto de espaciado”) es una técnica de aprendizaje que consiste en distribuir el estudio en varias sesiones más cortas a lo largo del tiempo en lugar de hacerlo todo de golpe. Numerosos estudios han demostrado que el cerebro retiene mejor la información cuando se repasa en intervalos, porque le da tiempo a procesarla y consolidarla en la memoria a largo plazo.

¿Por qué el spacing effect es tan efectivo?

  1. Evita la sobrecarga mental: Cuando estudias todo de golpe, tu cerebro se satura y deja de absorber información. Con sesiones espaciadas, le das tiempo para procesarla y fijarla.
  2. Refuerza la memoria a largo plazo: Al revisar la información en distintos momentos, ayudas a tu cerebro a recordarla mejor, porque cada repaso refuerza la conexión neuronal.
  3. Reduce el estrés: No necesitas quedarte hasta las tantas la noche antes del examen. Con un buen plan de spacing, estudiarás menos cada día, pero recordarás más.

Cómo aplicar el “spacing effect” sin morir en el intento

Vale, todo suena muy bien en teoría, pero ¿cómo aplicarlo sin que tu agenda explote? Aquí te dejamos unos trucos infalibles para poner en práctica el “spacing effect” y convertirte en un máster de la organización.

1. Planifica tus sesiones de estudio con antelación

Si esperas hasta el último momento para estudiar, el spacing effect no servirá de mucho. Lo ideal es empezar a repasar la materia al menos dos semanas antes del examen. ¿Cómo? Siguiendo estos pasos:

Divide el temario en bloques pequeños. En lugar de estudiar todo un capítulo en una tarde, separa la información en secciones más manejables.
Asigna días específicos para cada tema. Por ejemplo, lunes y jueves para historia, martes y viernes para otra asignatura.
Aumenta los intervalos entre repasos. Empieza repasando al día siguiente de haber estudiado un tema, luego a los tres días, luego a la semana, y así sucesivamente.

2. Usa técnicas activas de estudio

No se trata solo de releer los apuntes como un zombi. Para que el spacing effect funcione de verdad, combina el estudio espaciado con métodos efectivos como:

🎯 Técnica de recuperación: En lugar de leer pasivamente, trata de recordar la información sin mirar los apuntes. Puedes hacerte preguntas o intentar explicar el tema en voz alta.
🎯 Tarjetas de memoria (flashcards): Aplicaciones como Anki o Quizlet te ayudan a repasar conceptos clave en intervalos estratégicos.
🎯 Enseñar a otra persona: Explicar lo que has aprendido a un compañero de clase (o incluso a tu gato) refuerza tu comprensión y memoria.

3. Sé constante y flexible

El spacing effect funciona mejor cuando se mantiene en el tiempo. No se trata de hacer sesiones maratónicas, sino de ser constante. Eso sí, la vida de estudiante está llena de imprevistos, así que no pasa nada si un día no puedes estudiar. Simplemente reajusta tu plan y sigue adelante.

En las residencias de estudiantes Amro de Sevilla, Valencia, Pamplona, Salamanca y Oporto, sabemos lo importante que es encontrar un equilibrio entre el estudio y la vida universitaria. Con una buena planificación y espacios ideales para la concentración, puedes mejorar tus hábitos de estudio y disfrutar al máximo de tu experiencia universitaria. Así que ya sabes, deja de empollar en el último momento y empieza a estudiar como un auténtico estratega. ¡Tu cerebro (y tus notas) te lo agradecerán! 🚀

    Compartir en tus redes sociales
    Privacy Overview

    This website uses cookies so that we can provide you with the best user experience possible. Cookie information is stored in your browser and performs functions such as recognising you when you return to our website and helping our team to understand which sections of the website you find most interesting and useful.