Más allá de tu habitación: Explora las áreas comunes de Amro y conecta con otros Residentes

Lo entendemos. La habitación en las residencias de estudiantes Amro de Sevilla, Valencia, Getafe, Pamplona, Salamanca, Porto (y pronto también Alicante) es tu santuario. Tu guarida. Tu base de operaciones para sobrevivir a clases, exámenes y crisis existenciales con snacks en la mano. Pero si te quedas ahí todo el día, te estás perdiendo la mejor parte de vivir en Amro: las zonas comunes.

Sí, esas zonas que no aparecen en los apuntes, pero que te salvan la vida social (y a veces la mental). Porque vivir en una residencia no es solo tener cama y enchufes, es tener espacios que te invitan a hacer algo más que mirar el techo.

En Amro, salirse de la habitación es como desbloquear un nuevo nivel: más amigos, más planes, más historias. Y sí, también más excusas para no estudiar. Te contamos por qué.

Lo que hay fuera de tu puerta (y por qué mola tanto)

1. Salas comunes con futbolín y billar

No hay mejor forma de romper el hielo que una partida de futbolín con alguien que se cree campeón mundial sin haber jugado en años. Estas salas son el punto de encuentro perfecto para tardes de risas, piques sanos y momentos random que acaban en grupo de WhatsApp nuevo.

2. Zonas de estudio

Cuando llega el apocalipsis de los exámenes, necesitas un sitio donde cundir. Las zonas de estudio están hechas para eso: buen ambiente, cero distracciones (vale, casi cero) y gente en tu misma situación, lo que siempre ayuda a motivarte… o al menos a no sentirte tan solo en el drama.

3. Sala de ocio con TV

Cansado de ver series en tu portátil con auriculares cutres. Baja a la sala de ocio. Allí puedes disfrutar de una buena peli con otros residentes, maratonear series o ver partidos como se debe: gritando con desconocidos que de repente parecen tus primos.

4. Lavandería y máquinas vending

Puede que lavar la ropa no suene muy glamuroso, pero con las lavanderías de nuestras resis es fácil y rápido. Además, mientras esperas que giren tus camisetas, puedes pillar algo en las máquinas vending (benditas sean a las 3 a.m.) o echar una partida en el futbolín. Multitarea de la buena.

5. Zonas ajardinadas

¿Un poco de aire fresco? Las residencias con jardín son lo más. Ya sea para leer, charlar con alguien o hacerte el interesante con un libro que no estás entendiendo, las zonas verdes son ese respiro que a veces necesitas entre tanta pantalla.

6. Piscina en Sevilla, Getafe y (próximamente) Alicante

Sí, has leído bien: piscina. En verano, estas residencias se convierten en pequeñas vacaciones. La piscina no solo refresca, también conecta. Porque no hay nada como un chapuzón para empezar conversaciones que no empiezan con “¿qué carrera haces?”. Y lo de hacer stories desde la piscina mientras tus colegas sudan en su piso… priceless.

Lo mejor no es el espacio, es la gente que conoces

Lo más top de salir de tu habitación no son solo los sofás cómodos o los snacks en las máquinas. Es la gente. Las residencias de estudiantes Amro de Sevilla, Valencia, Getafe, Pamplona, Salamanca y Porto (y pronto también Alicante) están llenas de estudiantes como tú: con ganas de hacer amigos, vivir experiencias y tener a alguien con quien compartir desde el primer café hasta la última peli del finde.

En las zonas comunes pasan las cosas buenas: conoces a tu compi de estudio ideal, a tu nueva amiga de meriendas, o a ese grupo que se convierte en tu segunda familia. Así que sal de la cueva, explora, lánzate a ese torneo improvisado de billar o esa noche de cine en la sala común.